1 de abril de 2014

Bolívar, Chávez y la Lluvia


Cuando Bolívar parte de Turbaco a Sta. Marta los primeros días de Octubre (se presume entre el 2 y el 4) de 1830, le cae encima  torrenciales aguaceros que arrecian su enfermedad. Con el alma dolida por no poder continuar su vida dedicada a la lucha por liberarnos, obligatoriamente, cesa para descansar, sin conocer los presagios de su destino, de Manuela y de todos.

Chávez el 4 de Octubre de 2012, sale bajo el torrencial aguacero producto del Cordonazo de San Francisco a hablar con el pueblo que ama y lo ama, dejándonos claro el horizonte que evadíamos hacerlo sin él. El frenesí, la lluvia, la fe nos hicieron ignorar, quizás, que era el último encuentro feroz, determinante y amoroso que su enfermedad le permitió tener con su pueblo amado.Sin embargo, todos lo cuidábamos, no queríamos que se mojara, pero tal fue siempre su incansable pasión para hablarnos y acompañarnos, que no hubo manera de detenerlo; y es ahí, con Bolívar presente, bajo la misma lluvia que 184 años luego hizo cesar su cuerpo combatiente, jurándonos amor y lucha eterna!

Que viva Bolívar!
Que viva Chávez!

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