23 de diciembre de 2011

SIN TÍTULO

Dedicatoria: El relato que a continuación les presento, está dedicado a todas las que lo leen y que alguna vez (por no decir siempre) nos hemos sentido ridículas ante las pesadas demostraciones de estar "libres del pecado". Nosotras mismas somos inquisidoras de quienes nos demuestran nuestro propio "Ego". No seas Diva... al final nadie te aplaude!

Cassandra Wilson / Fragile (Abajo la traducción)

Tenía la espalda inquieta y la nuca de porcelana. Tenía un pelo castaño y subversivo, y una lengua despiadada y alegre con la que recorría la vida y milagros de quien se ofreciera.
A la gente le gustaba hablar con ella, porque su voz era como lumbre y sus ojos convertían en palabras precisas los gestos más insignificantes y las historias menos obvias.
No era que inventara maldades sobre los otros, ni que supiera con más precisión los detalles de un chisme. Era sobre todo que descubría la punta de cada maraña, el exacto descuido de Dios que coronaba la fealdad de alguien, la pequeña imprecisión verbal que volvía desagradable un alma cándida.
A la tía Charo le gustaba estar en el mundo, recorrerlo con sus ojos inclementes y afilarla con su voz apresurada. No perdía el tiempo. Mientras hablaba, cosía la ropa sus hijos, bordaba iniciales en los pañuelos de su marido, tejía chalecos para todo el que tuviera frío en el invierno, jugaba frontón con su hermana, hacía la más deliciosa torta de elote, moldeaba buñuelos sobre sus rodillas y discernía la tarea que sus hijos no entendían.
Nunca la hubiera avergonzado su pasión por las palabras si una tarde de junio no hubiese aceptado ir a unos ejercicios espirituales en los que el padre dedicó su plática al mandamiento "No levantarás falsos testimonios ni mentirás". Durante un rato el padre habló de los grandes falsos testimonios, pero cuando vio que con eso no atemorizaba a su adormilada clientela, se redujo a satanizar la pequeña serie de pecados veniales que se originan en una conversación sobre los demás, y que sumados dan gigantescos pecados mortales.
La tía Charo salió de la iglesia con un remordimiento en la boca del estómago. ¿Estaría ella repleta de pecados mortales, producto de la suma de todas esas veces en que había dicho que la nariz de una señora y los pies de otra, que el saco de un señor y la joroba de otro, que el dinero de un rico repentino y los ojos inquietos de una mujer casada? ¿Podría tener el corazón podrido de pecados por su conocimiento de todo lo que pasaba entre las faldas y los pantalones de la ciudad, de todas las necedades que impedían la dicha ajena y de tanta dicha ajena que no era sino necedad? Le fue creciendo el horror. Antes de ir a su casa pasó a confesarse con el padre español recién llegado, un hombre pequeño y manso que recorría la parroquia de San Javier en busca de fieles capaces de tenerle confianza.
En Puebla la gente puede llegar a querer con más fuerza que en otras partes, sólo que se toma su tiempo. No es cosa de ver al primer desconocido y entregarse como si se le conociera de toda la vida. Sin embargo, en eso la tía no era poblana. Fue una de las primeras clientas del párroco español. El viejo cura que le había dado la primera comunión, murió dejándola sin nadie con quien hacer sus más secretos comentarios, los que ella y su conciencia, destilaban a solas, los que tenían que ver con sus pequeños extravíos, con las dudas de sus privadísimas faldas, con las burbujas de su cuerpo y los cristales oscuros de su
corazón.

—Ave María Purísima —dijo el padre español en su lengua apretujada, más parecida a la de un cantante de gitanerías que a la de un cura educado en Madrid.
—Sin pecado concebida —dijo la tía, sonriendo en la oscuridad del confesionario, como era su costumbre cada vez que afirmaba tal cosa.
—¿Usted se ríe? —preguntó el español adivinándola, como si fuera un brujo.
—No padre—dijo la tía Charo temiendo los resabios de la Inquisición.
—Yo sí —dijo el hombrecito—. y usted puede hacerlo con mi permiso. No creo que haya un saludo más ridículo. Pero dígame: ¿cómo está? ¿Qué le pasa hoy tan tarde?
—Me pregunto, padre —dijo la tía Charo —si es pecado hablar de los otros. Usted sabe, contar lo que les pasa, saber lo que sienten, estar en desacuerdo con lo que dicen, notar que es bizco el bizco y renga la renga, despeinado el pachón, y presumida la tipa que sólo habla de los millones de su marido. Saber de dónde sacó el marido los millones y con quién más se los gasta. ¿Es pecado, padre? —preguntó la tía.
—No hija—dijo el padre español—. Eso es afán por la vida. ¿Qué ha de hacer aquí la gente? ¿Trabajar y decir rezos? Sobra mucho día. Ver no es pecado, y comentar tampoco. Vete en paz. Duerme tranquila.
—Gracias padre —dijo la tía Charo y salió corriendo a contárselo todo a su hermana. Libre de culpa desde entonces, siguió viviendo con avidez la novela que la ciudad le regalaba. Tenía la cabeza llena con el ir y venir de los demás, y era una clara garantía de entretenimiento. Por eso la invitaban a tejer para todos los bazares de caridad, y se peleaban más de diez por tenerla en su mesa el día en que se jugaba canasta. Quienes, no podían verla de ese modo, la invitaban a su casa o iban a visitarla. Nadie se decepcionaba jamás de oírla, y nadie tuvo nunca una primicia que no viniera de su boca.
Así corrió la vida hasta un anochecer en el bazar de Guadalupe. La tía Charo había pasado la tarde lidiando con las chaquiras de un cinturón y como no tenía nada nuevo que contar se limitó a oir.
—Charo, ¿tú conoces al padre español de la iglesia de San Javier? —le preguntó una señora, mientras terminaba el dobladillo de una servilleta.
—¿Por qué?—dijo la tía Charo, acostumbrada a no soltar prenda con facilidad.
—Porque dicen que no es padre, que es un republicano mentiroso que llegó con los asilados por Cárdenas y como no encontró trabajo de poeta, inventó que era padre y que sus papeles se habían quemado, junto con la iglesia de su pueblo, cuando llegaron los comunistas.
—Cómo es díscola alguna gente —dijo la tía Charo y agregó con toda la autoridad de su prestigio—: El padre español es un hombre devoto, gran católico, incapaz de mentir. Yo vi la carta con que el Vaticano lo envió a ver al párroco de San Javier. Que el pobre viejito se haya estado muriendo cuando llegó, no es culpa suya, no le dio tiempo de presentarlo. Pero de que lo mandaron, lo mandaron. No iba yo a hacer mi confesor a un farsante.
—¿Es tu confesor? —preguntó alguna en el coro de curiosas.
—Tengo ese orgullo —dijo la tía Charo, poniendo la mirada sobre la flor de chaquiras
que bordaba, y dando por terminada la conversación.
A la mañana siguiente se internó en el confesionario del padre español.
—Padre, dije mentiras—contó la tía.
—¿Mentiras blancas? —preguntó el padre.
—Mentiras necesarias—contestó la tía.
—¿Necesarias para el bien de quién?—volvió a preguntar el padre.
—De una honra, padre —dijo la tía.
—¿La persona auxiliada es inocente?
—No lo sé, padre—confesó la tía.
—Doble mérito el tuyo —dijo el español—. Dios te conserve la lucidez y la buena leche.
Ve con él.
—Gracias, padre —dijo la tía.
—A ti —le contestó el extraño sacerdote, poniéndola a temblar.

Mujeres de Ojos Grandes / Ángeles Mastretta

Cassandra Wilson / Fragile
Traducción:

Mañana ya la sangre no estará
Al caer la lluvia se la llevará
Acero y piel combinación tan cruel
Pero algo en nuestras mentes quedará 
Un acto así terminará
Con una vida y nada más
Nada se logra con violencia
Ni se logrará
Aquellos que han nacido en un mundo así
No olviden su fragilidad
Lloras tu y lloro yo
Y el cielo también, y el cielo también
Lloras tu y lloro yo 
Que fragilidad, que fragilidad



20 de diciembre de 2011

¡VAYA MANERA!



 When we were strangers
I watched you from afar
When we were lovers
I loved you with all my heart 
Harvest Moon


Se vale preguntar
en los momentos en que nos encontramos dentro de nuestra piel
Se vale apaciguar las tormentas
cuando me abrazas con las mareas de esperanzas que te empeñas en regalarme
Te bebo, te como, te abrazo, te encierro entre mis piernas y te libero
Me entrego como el día aquel que nos permitimos jugar a las escondidas
Ya no hay más, solo renovarnos y continuar con los besos que rezan el ahora
Te miro y me miro, me hablas y me hablo… te beso y me beso,
vaya manera de enseñarme a entenderme.
Ven y baila conmigo que ambos somos sordos de un pie
eres consciente para perder el ritmo alguna vez
me enamora tu valentía de seguirnos aun cuando haya pisadas
Hay  ganas, hay verdad en tus  manos que esculpen aprendernos
Me cantas y me canto, me moldeas y me moldeo, me abrazas y me abrazo
Vaya manera de mostrarme lo que soy
Ven y arrúllame con un cántico que sepa a natural, a hierba, a brisa, a ti.
Me siento en tu regazo  para dejar pasar los mareos de mi cabeza por las vueltas que da mi mundo
Me despierto contigo, me visto y me sonrojo con tus palabras a través de tus dedos y tus labios.
Me bailas y me bailo, me ves y me veo
No hay mañana, hay ahora por siempre!


Cassandra Wilson
Harvest Moon

6 de noviembre de 2011

ANATOMÍA DEL CALENDARIO

Calendario de fertilidad femenina
Por las carreteras llenas de anécdotas y pesares me detuve a sentir lo que cada quien  me hablaba cuando tomaba mi mano.

Salía huyendo de las mentiras que conformes a su estima y estigma plenitud de sus razones no hubo manera de convencer, mediante los besos y corazones llenitos de migas de pan caliente, lo adormilado que se encontraba, y sobre mí solo hallaba plenitud de confianza y estabilidad.

Hoy, un domingo impuesto por los calendarios egocéntricos de los romanos, sé que no hay otra manera de caminar que con los pies pintados de suelos y piedras pateadas, tomadas para lanzarlas al lago de mi alma y que rebotan tantas veces como las he sentido.

La alegría se desprende de las espumas blanquitas para arrojarla a la plegaria amorosa y necesaria a  la sencillez de mirarte y nada más. Te aspiro y me aspiro. Madera fina que se moldea como el barro para encontrar la belleza que quieres enseñarme. 

Hoy, domingo impuesto por los calendarios habituales de una agenda la cual no miro, se hace presente con un café, la presencia y la pertinencia de mi conciencia para saborear amores, política, hijas, familia y todo aquello con lo que lo externo, los que me ven, aman y odian aseguran que soy. Pues, me acomodo y me regocijo en una amable hamaca para mecer pensamientos que no contaminen. 

Entrega de Mujer
Es placentero verse como es sin que nadie te mire. Es andar desnuda por el templo donde vivo, rascándote una nalga sin tener que mirar a los lados, o que te caigas de una escalera sin que nadie aguante su risa con prudencia. 

La mañana se viste, se arregla y se empeña en correr a lo largo de un despertar de muchas vidas, unas más vacías que otras. 

Sin embargo, el calendario, los astros, el mar y su oleaje, la rotación del planeta, las estaciones, el heladero y mis pies pintados transcurren como si no les importara lo que siento. Pues, me apego a mi calendario: Amar, cantar, besar, rezar, con días más intensos que otros, con momentos para añorar, otros para caminar, para discutir, para ser más o menos fértil al amor y sin mirar a los lados sino a lo que soy.

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Jezebel - SADE

TRADUCCIÓN:

Jezabel no nació con una cuchara de plata en la boca
Probablemente tenía menos de cada uno de nosotros
Sin embargo, cuando ella sabía cómo caminar sabía
Cómo tumbar la casa
No se puede culpar por su belleza
Gana con las manos hacia abajo
Jezabel, lo que es una belle
Parece una princesa con su vestido nuevo
¿Cómo conseguiste que
¿De verdad quiere saber, dijo
Al parecer, ella está en camino
Es más, mucho más que un sueño
Se puso sus medias y zapatos
No tenía nada que perder - dijo que valió la pena

Para llegar a la cima
Y el sol va a brillar
Cada invierno era una guerra, dijo
Quiero lo que es mío

Jezabel Jezabel
No se tratan de negar de dónde venía
Se puede ver en su orgullo
Y el cuervo en los ojos
Trate de mostrar su mejor manera
Ella te dirá que no sabe lo que te has perdido
Y por el tiempo que parpadea sabes que no se escucha

Para llegar a la cima, dijo
Y el sol va a brillar
Cada invierno era una guerra, dijo
Quiero lo que es mío

2 de noviembre de 2011

LA CHICHA DE LA IGUALDAD


 Alí Primera - Camarada


A esta humilde pecadora, se le han presentado los trabajos más  enriquecedores que me han permitido sentir la nobleza de la gente que nunca habían sido vistas, que solo han sido visitados y "escuchados" en actividades electorales y es, en definitiva, vivencias que muchos se pierden. En todo caso, no hay que ir muy lejos, por todos lados y muy cerca de nosotros siempre nos encontramos con seres que te ayudan a ver la vida a través de los ojos y el mundo de otro camarada, y es en ese momento donde confirmo cada vez más, lo iguales que somos.Solo debemos deslastrarnos de títulos, cargos, pasados, futuros, metas, del tiempo y todo aquello que empañe nuestra conciencia. Acércate!

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Amanece con lluvia y me encuentro con las intocables ganas de trabajar. Como todos los días, despido a seres que amo con la única intención de separarnos durante una larga jornada para cultivar nuestras ideas y nuestro amor por la patria en diferentes trincheras, unas más genuinas que otras claro.

Manejando mi bella y útil camioneta fuera de toda vigencia aseguradora, escucho la radio del Sur. De repente rompe toda la normalidad una imagen conmovedora del sentir de mi pueblo; bajo la interminable agua que cae para arropar el ímpetu de mi gente, veo a un chichero alimentando a los estómagos madrugadores de lucha. Escucho - compa dame un vaso de 6 – comenta un hermano – yo quiero uno de 8 – comenta otro – y a pesar del frío el hombre toma con una amable pausa su espesa bebida que indudablemente tiene ingredientes que alojan pensamientos de éxtasis que ayudan a olvidar la jornada qua está por comenzar. Al ver tanta frescura y tranquilidad en el camarada y compañero tomador de chichas, por un momento sentí la rica sensación de estar en un mundo paralelo, despegué hacia la insaciable necesidad de llamar y convocar la tranquilidad a pesar del corneteo y el desespero de quienes manejan el tráfico caraqueño.

Decidí estacionar y bajarme a tomar un vaso de chicha “de a 6” bajo la lluvia, y si, ciertamente, estaba divina, sabía a pecado. Al lado estaba un “recurso humano” de una empresa que construye un lugar para vender carros, que nuestra chicha auténtica y soberana, nunca podrá comprar pero si liberarnos. Omar se llamaba, hombre de “cierta edad” a punto de pasar a la categoría de pensionados afortunados de nuestra revolución. Nos presentamos viéndonos con rostros de igualdad TOTAL y le dije: ¿Está buena verdad? Omar saboreando una vez más el trago asintió con la cabeza. La mayor sorpresa fue que cuando sacaba sus billeticos arrugados de sus bolsillos, también pagó la mía y se fue esbozando la siguiente frase: "Que lindo es compartir señora, usted se baja de su carro y yo de mi camionetica, esto sólo pasa en Revolución"

Ruego todas las mañanas un vaso de chicha, lleno de sabor a pueblo y conciencia tranquila, es la única manera de disfrutarlo, es la única manera de reivindicarnos ante las luchas internas e individuales para consolidar (con el chichero)  la magia colectiva que nos une en un mundo lleno de amenazas y de “consecuencias colaterales”.

Ya encontré mi espacio para degustar el amigable sabor de compartir, comunicar y disfrutar con personas nobles. Aprecio toda defensa a las bebidas, que definitivamente a través de ellas, también se hace Revolución. 

Que viva la Chicha carajo!


21 de octubre de 2011

A OTRA MUJER

Detallo corazones dibujados en tu tristeza
Valoro el amor desde tu impotencia 
Tus pupilas mojadas humedecen las mías
Lapidada tu sonrisa gentil
que amamanta la inocencia maltratada... bombardeada

Compañera!
¿Qué podemos esperar?

Te miro desde lejos
aguantando la angustia 
de no saberte ni sentirte lógica, amorosa, impotente, amada... arrecha!

¿Sabes? 
desde aquí te invoco
conmovida en un trazo que se empaña de amarguras
sin saber por donde saldrán las balas que apuñalan el desespero
de vivir, solamente y únicamente... en paz!

Compañera, amiga!
estoy, estamos

Te doy mi valentía
te regalo mi voluntad
te dedico mi paciencia
dame tu vulnerabilidad y tus miedos
y descansa un poco...

Mujer, compañera!
Te canto
Te acuno
Qué hago para apaciguar tu alma ya obstinada de odiar y suplicar
Descansa...

Pero te pido que no desmayes
No te escondas al amor que nos mueve
y que esgrime gritos de libertad!

Estoy, estamos
Te acompaño y duermo pensando en ti

Mi Revolución de Amor te la doy para que juntas
nos levantemos con tus armas cargadas de justicia!

Sé y entiendo que hoy no me creas
pero tu incredulidad, tu indignación, tu rabia
me dan fuerzas para continuar.

Déjame entrar en tus ojitos agotados
para mostrarte a través de los míos 
que el Amor sigue siendo mayoría
pregonando por todos los rincones 
 sabores y abrazos de gloria y soberanía.

Descansa... aquí estoy, aquí estamos.


16 de octubre de 2011

ODA A LA DESIDIA




Te secaron las palabras cónsonas de la vida, de tus sentires y de tu canto altivo
Te volvieron inerte  ante tus pensamientos y errores honestos porque ya no tienes voz
Te conjugan tus verbos, tus sonrisas, tu nombre y hasta tus demonios
Te vaciaron el corazón
Te ametrallaron la mente
Te volvieron nada para quienes eras…¿?
Te dejas suicidar
Te dejas esgrimir para una batalla sin razón y sin objetivos
Te dejas llevar por deidades que son espumas… y nada más.
Te volvieron polvo
En la penumbra de una soledad que esquivas sales victorioso
victoria que juegas con ella a corto plazo

Te dejas lapidar con estrellas vacías e inertes
Pólvora sin fusil porque no sabes disparar 
porque no sabes amar

Te perdiste en un camino que ya no tiene regreso
y que volteas en cada suspiro para ver si aun está
No te pido que te llenes más de mentiras... ya lo estás

No creas que el amor pasa
No creas que la piedad estará siempre a tu lado
Cosecha la suerte, pero trata de hacerlo naturalmente
sin insecticidas ni pesticidas que no valen la pena

Te envolviste con la desidia que te quedaba
  para ser devorado por el hambre de la miseria

Fito y Fitipaldis
Abrazado a la tristeza
http://www.youtube.com/watch?v=tXOpqU2RtE0

He salido a la calle abrazado a la tristeza:
vi lo que no mira nadie y me dio vergüenza y pena.
Soledad que te pegas a mi alma
en la dulce soledad de este campo de otoño.
No hay momentos de sosiego.
Rebeldía pura de amores sin amores.
Ilusiones puras y puros conformismos
intentando levantar el espíritu nostálgico
de querer estar contigo y nunca estarlo.

Los llantos desconsolados que estrangulan las gargantas;

los ancianos encorvados: parece que la tierra les llama.

Volverás de vez en cuando a estas tierras agrietadas

y verás de nuevo a quien te ama borracho;
borracho de amores y libertades.
Y también de vinos por olvidarte. Borracho...

Me da pena que se admire el valor en la batalla;

menos mal que con los rifles no se matan las palabras.

Y si surgen saludos y palabras

tal vez notes la dureza de mi estilo
queriendo no herirte en nada,
y en mi soledad sólo herirme yo mismo.

La justicia está arrestada por orden de la avaricia;

el dinero que te salva es el mismo que asesina.

Y verás sin duda el resurgir poderoso del guerrero

sin miedo a leyes ni a nostalgias
y lo verás caer una y mil veces y levantarse de nuevo,
con la pura bandera de su raza.

Soledad de amores triste y pura,

soledad de amores y locura.

No me des más esperanzas: sé que todo son mentiras;

sacos llenos de agujeros para guardar alegrías.

Y verás sin duda el resurgir poderoso del guerrero

sin miedo a leyes ni a nostalgias
y lo verás caer una y mil veces y levantarse de nuevo,
con la pura bandera de su raza.

Me da pena que se admire el valor en la batalla;

menos mal que con los rifles no se matan las palabras.

Soledad de amores triste y pura,

soledad de amores y locura.

7 de octubre de 2011

La Justa Cólera (Parte II)


La primera imagen que me viene a la mente, son las enseñanzas que por generaciones inculcan a las niñas "del hogar", "del bien" para no caer en "¿el mal?". Lo más irónico del asunto, es contemplar ya de adultas, las vidas complejas que nuestras antecesoras madres, abuelas y más allá,  indulgentemente llevaron para tratar, por todos los "cielos"!!!, no caer en las tentaciones. Ahora, muestran con carcajadas lo que callaron, lo que evitaron y hasta lo que amaron verdaderamente. 

En una cultura bastante hostil e injusta para las mujeres, a continuación el texto que les traigo, extraído del libro "Mujeres que corren con los lobos" del capítulo "La Justa Cólera", más que un llamado a no autoreprimirnos, es un pasaje a la reflexión sobre el manejo de situaciones que diariamente recibimos a todo y en todo nivel: irrespetos, desconsideraciones, falsedades y amenazas, y que no actuamos sobre algunos escenarios para ser ante ¿quién?... aquellos que entre nosotras mismas denominamos... "ser toda una dama". Mmmmmm, pues, Ja!  me rio ante eso.


Sabemos que la mayoría de las veces, nos mostramos ajenas o nos hacemos la vista gorda ante algunos contextos, con la noble intención de alejar de nosotras cualquier tipo de mal sentimiento y deseo en nuestra mente (sobre todo para aquellas que tenemos plena convicción en el amor y en la Ley del Bumeran), sin embargo, el poder de esta sumisión es dado por nuestro empeño de dejar de hablar, sinceramente, de nuestros miedos  y NO mostrar debilidad alguna (Sentimientos tan libres como la alegría y el perdón). Al contrario, les aseguro, compañeras, que manifestarnos ante ello, nos ¡fortalece!


Canción: Malo

Intérprete: Bebé
http://www.youtube.com/watch?v=G9q_ao91Now&ob=av2e
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Muchas mujeres son tan sensibles como la arena a la ola, los árboles a la cualidad del aire, la loba a la presencia de otra criatura en su territorio desde más de un kilómetro de distancia. El espléndido don de estas mujeres es el de ver, oír, sentir, recibir y transmitir imágenes, ideas y sentimientos con la celeridad de un rayo. Casi todas las mujeres pueden percibir el más mínimo cambio en el humor de otra persona, pueden leer rostros y cuerpos —con eso que se llama la intuición— y, por medio de un sinfín de minúsculas claves que se unen para facilitarle información, adivinar lo que encierran las mentes. Para utilizar estos dones salvajes, las mujeres tienen que permanecer abiertas a todo. Sin embargo, esta misma apertura hace que sus límites sean vulnerables y las deja expuestas a las lesiones del espíritu.

Puede imponer su propia voluntad a los que dependen de ella o puede amenazarlos con el término de la relación o la retirada del afecto. Puede abstenerse de hacer una alabanza o de reconocer el mérito de alguien y comportarse en general como si tuviera los instintos heridos. Está demostrado que la psique de la persona que trata a los demás de esta manera se encuentra bajo los efectos de un fuerte ataque de un demonio que le está haciendo exactamente lo mismo a ella.

Muchas mujeres en esta situación deciden lanzarse a una campaña de limpieza y resuelven dejar de ser antipáticas y mostrarse amables y generosas. Es una decisión encomiable y un alivio para cuantos rodean a la mujer, siempre y cuando ésta no se identifique demasiado con el hecho de ser una persona generosa…

De igual modo, la mujer que evita todos los enfrentamientos se va encontrando cada vez mejor. Pero se trata de una situación transitoria. Éste no es el aprendizaje que andamos buscando. El aprendizaje que andamos buscando consiste en saber cuándo podemos dar rienda suelta a la justa cólera y cuándo no.

Por regla general, los lobos evitan los enfrentamientos, pero, cuando tienen que defender su territorio o cuando algo o alguien los acosa o los acorrala sin cesar, estallan con la impresionante fuerza que les es propia. Ocurre muy raras veces, pero la capacidad de expresar su cólera figura en su repertorio y también tendría que figurar en el nuestro.

Se han hecho muchas conjeturas acerca del temor y los temblores que el impresionante poder de una mujer enfurecida es capaz de producir en los demás.

Pero eso constituye a todas luces una excesiva proyección de las angustias personales del observador, de la que no cabe culpar en justicia a la mujer. En su psique instintiva la mujer tiene la capacidad de enfurecerse en grado considerable cuando se la provoca y no cabe duda de que eso es un poder. La cólera es uno de los medios innatos que ella posee para poder desarrollar una actividad creativa y conservar los equilibrios que más aprecia, todo aquello que ama verdaderamente.

No sólo es un derecho sino que, en determinados momentos y en ciertas circunstancias, constituye para ella un deber moral. Lo cual significa que llega un momento en que las mujeres tienen que enseñar los dientes, exhibir su poderosa capacidad de defender su territorio y decir "Hasta aquí y no más, se acabó lo que se daba, prepárate, tengo algo que decirte, ahora verás lo que es bueno".

Hemos visto por tanto que nuestro propósito es convertir la rabia en un fuego que cocina cosas y no en el fuego de una conflagración. Hemos visto también que la tarea de la cólera no se puede completar sin el ritual del perdón.

Hemos dicho que la cólera de las mujeres deriva a menudo de la situación de su familia originaría, de la cultura que la rodea y, a veces, de un trauma sufrido en la edad adulta. Sin embargo, cualquiera que sea la fuente de la cólera, algo tiene que ocurrir para que la mujer la identifique, la bendiga, la reprima y la libere.

Hay un momento en nuestra vida, por regla general al llegar a la mediana edad, en que una mujer tiene que tomar una decisión, posiblemente la decisión psíquica más importante de su vida futura, y es la de sentirse amargada o no.

Las mujeres suelen llegar a esta situación al final de la treintena o principios de la cuarentena. Están hasta la coronilla de todo, están "hasta el gorro", están que "ya no pueden más". Es posible que sus sueños de los veinte años se hayan marchitado. Puede que haya corazones rotos, matrimonios rotos, promesas rotas. Un cuerpo que ha vivido mucho tiempo acumula escombros. Es algo inevitable.

Pero si una mujer regresa a la naturaleza instintiva en lugar de hundirse en la amargura, revivirá y renacerá. Cada año nacen lobeznos. Suelen ser unas criaturitas de ojos adormilados con el oscuro pelaje cubierto de tierra y paja que no paran de gimotear, pero que inmediatamente espabilan y se muestran juguetonas y encantadoras Y sólo quieren estar cerca y recibir mimos. Quieren jugar, quieren crecer. La mujer que regresa a la naturaleza instintiva y creativa volverá a la vida. Sentirá deseos de jugar. Seguirá queriendo crecer tanto en profundidad como en anchura. Pero primero ha de tener lugar una purificación.

Las mujeres (y los hombres) tienden a dar por terminados los acontecimientos pasados diciendo "Yo/él/ella/ellos hicieron todo lo que pudieron". Pero el hecho de decir "hicieron lo que pudieron" no equivale a perdonar. Aunque fuera cierta, esta perentoria afirmación excluye la posibilidad de sanar. Es algo así como aplicar un torniquete por encima de una profunda herida. Dejar el torniquete más allá de un determinado período de tiempo provoca gangrena por falta de circulación.

El hecho de reprimir la cólera y el dolor no sirve de nada. Si el instinto de una mujer ha resultado herido, ésta se enfrenta con varios retos relacionados con la cólera. En primer lugar, suele tener dificultades para reconocer la intrusión; tarda en percatarse de las violaciones territoriales y no percibe su propia cólera hasta que ésta se le echa encima.

Sakineh Mohammadi. Mujer iraní condenada a muerte por adulterio
Este desfase es el resultado de la lesión de los instintos de las niñas, causada por las exhortaciones que se les suelen hacer a no reparar en los desacuerdos, a intentar poner paz a toda costa, a no intervenir y a resistir el dolor hasta que las cosas vuelvan a su cauce o desaparezcan provisionalmente. Tales mujeres no actúan siguiendo el impulso de la cólera que sienten sino que arrojan el arma o bien experimentan una reacción retardada varias semanas, meses o incluso años  pués, al darse cuenta de lo que hubieran tenido o podido decir o hacer.

Tal comportamiento no suele deberse a la timidez o a la introversión sino a una excesiva consideración hacia los demás, a un exagerado esfuerzo por ser amable en perjuicio propio y a una insuficiente actuación dictada por el alma. El alma salvaje sabe cuándo y cómo actuar, basta que la mujer la escuche. La reacción adecuada se compone de perspicacia y una adecuada cantidad de compasión y fuerza debidamente mezcladas. El instinto herido ha de curarse practicando la imposición de unos sólidos límites y practicando el ofrecimiento de unas firmes y, a ser posible, generosas respuestas que no cedan, sin embargo, a la tentación de la debilidad.

La cólera colectiva

La cólera o la rabia colectiva es también una función natural. Existe el fenómeno de la lesión de grupo, el dolor de grupo. Las mujeres que adquieren conciencia social, política o cultural descubren a menudo la necesidad de enfrentarse con la cólera colectiva que una y otra vez les recorre el cuerpo.

Desde un punto de vista psíquico es saludable que las mujeres experimenten semejante cólera. Y es psíquicamente saludable que utilicen esta cólera derivada de la injusticia para buscar los medios capaces de producir el cambio necesario.

Pero no es psicológicamente saludable neutralizar la cólera con el fin de no sentir nada y, por consiguiente, no exigir la evolución y el cambio. Tal como ocurre con la cólera de carácter personal, la cólera colectiva es también una maestra.

 Las mujeres pueden consultarla, hacerle preguntas en solitario o en compañía de otras mujeres obrar en consecuencia. Existe una diferencia entre el hecho de llevar dentro una antigua cólera incrustada y el de agitarla con un nuevo bastón  para ver a qué usos constructivos se puede aplicar.


La cólera constructiva se puede utilizar con provecho como motivación para la búsqueda o el ofrecimiento de apoyo, para la búsqueda de medios que induzcan a los grupos y a los  ndividuos al diálogo o para exigir responsabilidades, progreso y mejoras. Ésos son los procesos que las mujeres que adquieren conciencia han de seguir en las pautas de comportamiento. El hecho de experimentar unas profundas reacciones ante la falta de respeto, las amenazas y las lesiones forma parte de una sana psique instintiva. La reacción vehemente es una parte lógica y natural del aprendizaje acerca de los mundos colectivos del alma y la psique.

30 de septiembre de 2011

SOLO ESO



Música "By your Side" de Sade para acompañar esta lectura. 
Abajo el enlace
Solo queda fundirnos en un beso
y en el deseo de sentirnos a medias en todo
solo queda esperar un adiós
de repente se cambia, se establece
busco entre las estrellas de mis días
razones, reflexiones,
desafíos que se perpetúan anunciando la llegada
de mi incontrolable deseo de estar y de amanecer en tu refugio
que durante muchas lunas nos abrazó 
y ahora más que nunca.

“Tienes razón cuando te equivocas”
y también cuando me equivoco entre labios, piernas y ombligo
también nos equivocamos cuando a través de un murmullo
que rompe el silencio de mis días
y nos dejamos llevar por la razón del Quijote.

“Con solo llorar el corazón descansa”
pues… descansa de tu inesperada y segura razón de amarme a tu manera
descansa del afán de saberte amando(me)
descansa de la insostenible frecuencia de tus besos
descansa de nada

Solo queda seguir con mi constancia de los días… uno tras otro
solo queda desnudarme ante un espejo que descubre tus labios en la distancia
solo queda la mirada esparcida por los cuatro vientos
solo queda esperar el día
recibir de lleno el abrazo furtivo que sigues dando
mirar de un lado y del otro y atravesarnos
respirarnos, humedecernos, respirarnos, contagiarnos…respirarnos
solo queda bailarnos de mil formas
mientras la canción del día entona en tu oído
el inmortal festejo de tus nostalgias.

IG/2005
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Enlace:  
http://www.youtube.com/watch?v=C8QJmI_V3j4&feature=artistob&playnext=1&list=TLZm_oVk0pfUA

Traducción:
¿Crees que me alejaré de tu lado?
Me conoces mejor que eso
¿Crees que te abandonaré cuando tú estés arrodillado?
No haría eso

Te haría el bien, cuando tu lo hicieras mal
- - - - - - ohh ohh

Si solo pudieras ver dentro de mi

Oh, cuando tengas frío,
Yo estaré ahí para abrazarte muy cerca de mi
Cuando estés fuera y no puedas entrar
Te enseñaré, eres mejor de lo que sabes
Cuando te pierdas, cuando estés solo y no puedas regresar
Te encontraré cariño, te llevaré de vuelta a casa

Si quieres llorar
Yo estaré aquí para secar tus ojos
Y en poco tiempo estarás mejor

Si crees que dejaría tu lado
Me conoces mejor que eso
Crees que te abandonaré cuando estés arrodillado

No haría eso

Te haría el bien, cuando tu lo hicieras mal
- - - - - - ohh ohh

Si solo pudieras ver dentro de mi
Oh cuando tengas frío
Estaré ahí
Para abrazarte fuerte
Oh cuando estés solo,
Estaré a tu lado nene