Destruyo el ocaso que una vez te perteneció
y tú
sin saberlo, sin darte cuenta
sigues naufragando en mí
¿Por qué insistes en dañar los espacios
que por suerte te han tocado?
A tus demonios
deberías llamarlos
pero a cada uno por su nombre
quizás recrudezca tus pocas ansias
de enfrentar cara a cara al amor
Sí!
al amor que te persigue
al amor que te suplica
al amor que asesinas silentemente
sin piedad!
¿Sabes?
La absolución llegará
y ese día tu mundo
se manifestará mediante una fiesta
payasos con caretas de inciertos
Para ese entonces
ya estaré lamiendo mis heridas
y caminaré
hacia el mismo ocaso
que una vez fue todo
y lo es.
Mayo 2006
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